24 may 2007

Nunca hubieras dicho que...

¿Nunca os ha pasado que acabais echando de menos cosas que jamás pensabáis que echaríais de menos?
Es lo que me pasa últimamente. Por motivos de trabajo ya no puedo comer al mediodía con mi madre, sino que me toca con mi abuela. Y la he acabado echando de menos, a sus charlas y sus tonterías varias. Normalmente yo hablaba poco con ella en las comidas, conversaciones que acababan en monólogos por su parte, y que yo contestaba con monosílabos. Siempre he dicho que la hora de comer es sagrada, y que si se llama así es por algo, sino sería la hora de la tertulia. Ahora cuando llega a casa nos vemos poco y hablamos menos. Algunos días le dan ataques de madraza nostálgica y me salta con eso de "ayy mi niño, dame dos besos" y para lo poco cariñoso que soy yo con la familia, acabo accediendo. Con mi hermana pasó lo mismo. Cuando se fue del piso acabé echándola de menos, bueno, a ella y a sus órdenes. Con las dos me ha pasado lo mismo, al principio quería que me dejaran tranquilo y no me dijeran nada, y al final se acaba extrañando todo eso. Y creo que es lo mejor que nos podía haber pasado, así se apreciarla más. Con la distancia todo se ve diferente. Y necesitaba estar una temporada de ella para volver a tener ese apego de hace unos años.
Quizá será eso de que cuando algo ya no es tuyo lo vuelves a querer. El mejor ejemplo son los niños pequeños, ellos pueden estar jugando tranquilamente con cualquier muñeco, pero si tu coges uno suyo, inmediatamente dejará el que tiene entre manos y querré el tuyo. Es así de senzillo/complicado. A mí me suele pasar con los chicos, que cuando no me prestan atención, me intereso...


Me despido y me vuelvo al interesante estudio sobre los tipos de díodes, los transitores, condensadores, optoacopladores y todos esos dispositivos tan adorables (nótese mi intenso y corrosivo odio hacia estos aparatitos del demonio)

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2 Comments:

At 25 de mayo de 2007, 17:23, Anonymous Anónimo said...

Ummm...pos yo no te entiendo, mi hermana se acaba de ir y soy la mujer más feliz del mundo jajja...bueno se ve que tengo que aprender de ti amorcin, ya actualizaré más a menudo...
besitos,Lola

 
At 26 de mayo de 2007, 18:01, Anonymous Anónimo said...

No sabes cómo te entiendo. Mi hermana hace ya once años que se fue a vivir con el que ahora es su marido, después de vivir y convivir con ella día a día. Ella hacía la comida, ponía la radio todo el día, veíamos la televisión por las tardes, ella era la que me echaba las broncas por no ordenar el cuarto... y, aunque ahora soy yo el que va a su casa los fines de semana, no es lo mismo. Porque no es lo mismo verla todos los días que dos a la semana (con suerte tres y cuatro). Se terminan echando de menos detalles que antes te parecían insoportables.

Dicen que se llama ley de vida. Mientras unos llegan otros se van. Cuando algo viejo se termina algo nuevo empieza.

¡Bicos!

 

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