28 jul 2007

La Última Cena

El viernes por la noche me fui de cena con los de la EOI para cerrar el intensivo de verano. Quedamos en la estación a eso de las nueve y cuarto, pero para variar todo el mundo llegó a la hora que quiso; después de una primera sesión de fotos nos fuimos al restaurante. Una vez allí nos sentamos por sectores: el sector Juvenil y el sector de la Tercera Edad, como le llamé yo. Nos pasamos la noche haciendo comentarios del tipo "ya aguantareis toda la noche el ritmo de los jóvenes?", "no tenéis que ir a casa a cuidar criaturas?" a lo que nos contestaban "para cuidar criaturas en casa ya nos quedamos aquí y os cuidamos a vosotros", un buen rollo impresionante, muchas bromas. Pedimos unas tapas -que corrían a cargo de McDa, que había aprobado las opos y nos invitaba- y después pedimos nuestros platos. Entre bocado y bocado grabamos videos e hicimos mil fotos con caretos dignos de exposición. Después de la cena decidimos ir a un pub inglés, ya que nos habíamos pasado todo el mes de julio hablando inglés, qué menos... Pero cuando llegamos allí entraron primero todos los mayores y cuando nos tocó a los jóvenes un simpatiquísimo segurata nos dijo muy amablemente que si no teníamos los 18 no hacía falta que sacáramos los DNI's. Así que la mitad nos quedamos fuera, avisamos a los mayores y nos fuimos a carpas. Más fotos, más vídeos y justo cuando ya nos íbamos vino otro gorila a pedir DNI's; nosotros nos escabullimos diciendo que ya nos íbamos y eso hicimos. No sé como pero me convertí en el bufón de la noche, todos metiéndose conmigo -de broma, por supuesto-, me convertí en el blanco de todos los comentarios. Llegó el típico vendedor de rosas y todos "Venga Himz cómprame unaa", "Anda, comprale una rosa", acabé haciendo contorsionismo y me echaron fotos... Decidimos que la noche aún era demasiado joven como para irnos a la cama y nos fuimos a las fiestas de mi pueblo, nos repartimos en varios coches y allí que fuimos. Yo iba en uno con McDa, Rouse, la Bióloga y Uri, con la música al máximo y las ventanillas bajadas. Y nos pusimos como en el anuncio de Seat que salen cantando Shakira. Pues nosotros nos pusimos a bailar y cantar a pleno pulmón "Idiota" de Nena Daconte. Lo gracioso fue cuando nos paramos en un semáforo y el coche de nuestra derecha se quedó flipando y acabó bailando también. Llegamos allí, pidieron más cubatas y Uri se puso a bailar. No tiene desperdicio ninguno verlo moverse de esa manera, qué risa. Es lo más loca del mundo bailando; quien me iba a decir a mí que era tan extrovertido y que la liara tanto siempre, con lo tímido que parecía el chico. Me encontré con mucha gente allí, incluso con gente de mi antigua clase; pero es en esos momento en que uno tiene que sacar su mejor cara y presentarse. Incluso Menchy me dijo: "Vaya, has mejorado en todo este tiempo" -no nos habíamos visto desde que se acabaron las clases-, me dieron ganas de decirle "Sí, me ha sentado muy bien eso de no estar con vosotros". Pero tan sólo contesté con "Ya ves, la gente que cambia". Y poco más pasó, cogimos el choche y pa' casa.

Nunca me llegué a imaginar estar en una clase así. Somos, éramos mejor dicho, la única clase en todos los cursos de la escuela oficial de idiomas que nos manteníamos unida durante los descansos, mientras que todos los otros cursos se separaban. Bajábamos todos juntos y nos apalancamos en el hall o en la cafetería como una familia. Sería comprensible si hubiéramos ido todos al mismo insti, o si tuviéramos amigos en común o fuéramos de la misma edad; pero nada más lejos de la realidad. Cuando entramos por la puerta el primer día nadie se conocía de nada, ni siquiera de vista. Nuestras edades oscilan entre los dieciséis y los cuarenta largos, los hay estudiantes -universitarios o de instituto-, los hay que son profesores, trabajadores, casados y con hijos. Pero todos nos llevamos a las mil maravillas. Se me ha muy extraño, porque en mi clase -antiguo cole-, todo el mundo iba a su bola, nadie se preocupaba por nadie, todo con sus grupos cerrados criticándose unos a otros. Incluso nuestro profesor, que es Dios. Cuando le vi me acojoné, porque tiene pinta de hooligan pero bajo esa apariencia de segurata de disco y sus chistes machistas, es todo un trozo de pan. El último día le regalé una caricatura de él y me dijo que se la iba a hacer en pegatina y se la pondría en la moto. Les voy a echar muchísimo de menos, la verdad. Y más al grupo de jóvenes que estos días nos habíamos unido mucho, aunque ya hemos acordado de quedar durante el verano. ¡Incluso han dicho de hacer un viajecito a Londres con el profe y ver musicales! Espero que no sea de estas cosas que quedan aparcadas en la agenda y nadie más se vuelve a acordar...

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3 Comments:

At 29 de julio de 2007, 16:49, Anonymous Anónimo said...

a ver musicales a londres... que envidia! jeje


que guapo, conocer gente nueva y encajar a la perfección... el verano pasado conocí muchisima gente, pq claro, no curraba, y salia dia si, dia tb


pero este verano esta siendo una gran MIE*RDA jaja, tanto curro...


en fin

un beso!

 
At 29 de julio de 2007, 18:58, Anonymous Anónimo said...

Me pasó justo eso cuando hice el curso de diseño. Éramos una piña, donde iba uno, ibamos los demás, siempre que hacíamos el descanso de 30 minutos, ibamos todos al mismo sitio, nos juntaban 3 mesas y hala, los 12 allí embutidos. Fueron 5 meses geniales. Ahora echo mucho de menos a toda esa gente, así que comprendo como te puedas sentir. Pero bueno, siempre que haya voluntad por ambas partes, se puede seguir manteniendo el contacto

;)

Besos

 
At 31 de julio de 2007, 16:28, Blogger mâRkOs said...

¡Buah! De aquí que llegue el Ave a tu ciudad... tela. Y el otro día leí que pasará soterrado bajo tu ciudad; cuidado no peligre la catedral como la Sagrada Família, ups.

Me voy pocos días; dos semanas o así. Ya te contaré, ^^.

Vagi bé Himz!

 

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