10 ago 2007

Ataque de pánico

Pues sí, me ha dado un repentino ataque de pánico en cuestiones de amor. Os cuento como ha ido todo y el porqué de estos miedos infundados.
Ayer por la mañana me conecté como es habitual en mí, sin esperar ningún tipo de alboroto en mi tranquilo día y veo que me abre conversación el chico de Chueca -el de las entradas anteriores-, que le llamaré a partir de ahora Sam. Hablamos primero de tonterías y después de tantear el terreno de haber cuando nos vemos me dijo para quedar esa misma tarde, acepté. Yo en ese momento estaba tirando cohetes, petardos y todo tipo de materiales piroténicos por el piso. Cantando It's raininng men mientras pelaba/cortaba las patatas. Y bueno, llegó la hora de la cita. Nunca me había puesto tan nervioso y mira que he quedado con mucha gente y de toda España, pero estaba histérico, al borde de un ataque de nervios. También tenía mucho miedo, por si no iba bien o por si no cumplía mis expectativas o si él era un terrible capullo que, como Gachón dijo, sólo quería descuartizarme. Llegué 15min tarde al lugar de encuentro -ya os hablé de la fuerza cósmica que hace que nunca llegue a la hora deseada- y tenía miedo que se hubiera ido cansado de esperar. Pero no, allí estaba, y era bastante mono. No me salían las palabras, parecía que me hubieran amordazado y no podía articular sonido alguno. Cuando lo normal en mi es ponerme a hablar por los codos siempre que me pongo nervioso. Pero en fin, al final se me pasó la vergüenza y ya hablamos largo y tendido. Quizá demasiado diría yo, me contó un par de cosas de su pasado que no me hicieron mucha gracia. Pero por todo lo demás muy bien, conectamos bastante.
El problema viene cuando llegué a casa. Me envió un sms -su primer sms- diciéndome que se lo había pasado muy bien y que le gustaría repetir. Le contesté, se conecto y empezamos a hablar. Y vino el momento fatídico "oye... ¿y tú esperabas que pasara algo?" a mí eso me mató. Yo ya estaba bastante rayado pensando que no quería que fuera muy deprisa todo, que no tengo nada claro. Así que le contesté "que prefería ir despacio, que me habían dado muchos palos por ir rápido y que prefería que todo fuera a su ritmo". Él me contestó: "Sí, así será más romántico". Segundo hachazo. Ahí se encendió el botoncito de paranoya, y empecé a pensar "es que no sé si quiero una relación, o si quiero que sea así, o con él. Y si al cabo de dos días se me lanza al cuello... o si se cansa de mí, o si me canso de él." Cuando empiezo así no hay dios que me pare. Además me ha dicho de volver a quedar, hoy mismo. Yo he preferido dejarlo para mañana sábado, así hoy tengo más tiempo de asimilarlo todo. Esta mañana he llamado a Ire y hemos estado hablando del asunto y me ha dicho que él es un capricho y que me cansaré de él -toma hachazo-. Ella es así de directa, pero quizá tiene razón, no sé. Tengo uno de esos ataques de amor-histéria en silencio, dándole vueltas y con un nudo en el estómago que no me deja comer. Lo peor de todo es que hace medio año hubiera vendido mis riñones al mercado negro para conseguir algo así, y ahora metido en el meollo todo me resulta muy raro. Me veo como el Dr. Burke de Anatomía de Grey, dejando a Cristina en el altar... me veo.
Y ya sé que todo esto es un poco exagerado, pero no puedo evitarlo, ya me dicen eso de "Es que tu eres demasiado pasional, lo vives muy intensamente". Sí... a ver que pasará en el siguiente capítulo.
.

Etiquetas: , , , , , ,

1 Comments:

At 14 de agosto de 2007, 14:38, Blogger Pau said...

Hola! Pues yo te recomiento que hagas lo que te apetezca en cada momento sin pensar en las consecuencias. Que te hace daño, pues ya se te pasará, que le haces daño, pues ya lo superará, de eso no se muere nadie, pero el tiempo que te lo estés pasando bien vale más que un '¿y si...?' En resumen, carpe diem, que luego uno se arrepiente de lo que no ha hecho, más de lo que hace.

 

Publicar un comentario

<< Home