Charlas con mamá
Antes de ayer, que fue el día del Orgullo, tuve una charla de esas profundas con mi madre. Como todo esto tiene que tomarse como algo de lo más normal y no hacer un drama, la cogí desprevenida mientras ponía la lavadora, como aquel que no quiere la cosa. Debo aclarar que mi madre ya sabe que soy gay, y que lo hablamos hace ya mucho y todo eso, que no fue mi salida del armario.
Di el primer paso comentando que era el día del Orgullo y que un día me gustaría ir a la manifestación, que realmente quiero ir a defender mis derechos más que ir a las carrozas de torsos desnudos -vale, confieso que también debe ser divertido-. Salir a la calle a protestar, a manifestarme con los míos ahora que podemos. Y para mi sorpresa las palabras de mi madre fueron: "Yo te entiendo, pero preferiría que te esperaras un par de añitos, por tu padre, ya sabes. Pero a mí un día me gustaría ir contigo a la manifestación." Eso me dejó a cuadros, ¡mi madre conmigo en la mani! Realmente todo el esfuerzo que ha hecho por intentar entenderme y aceptarme es enorme, se merece una estatua en medio del salón, ¡qué digo en el salón! ¡en medio del pueblo! Luego nos pusimos en plan profundo, que a ella el día que se enteró fue un palo, que llamó corriendo a mi hermana para que se lo confirmara y que el silencio de mi hermana habló por sí solo. Pero con el tiempo lo fue digiriendo y todo de lo más normal del mundo. No quise preguntar como se enteró, por que la respuesta me da miedo, ciertamente; prefiero pensar que se dio cuenta cuando me encontró el libro "El viaje de Marcos" de temática gay, por supuestísimo. Hablamos de que a mí no me importa que lo sepa la familia más cercana, pero que mi tío y mi tía no, porque no los considero familia, nunca se han preocupado por mí o mi hermana, así que es como si no existieran. Ella puso cara grave, imaginando como se lo tomarían; pero en seguida dijo que ella no estaba dispuesta a que NADIE dijera absolutamente nada malo de mí, que yo era su hijo y que me quería y me respetaba, que no iba a permitir que me hicieran daño. Ese fue un momento madre leona que defiende a sus crías, tiene un instinto maternal hiperdesarrollado, mi madre. También tocamos el tema de ir a vivir a Barcelona, y me dijo textualmente "tal y como eres, es mejor que te vayas a vivir a Barcelona, estarás mejor" Y no lo decía con el sentido de mejor huir del pueblo/ciudad para que nadie supiera nada, lo decía porque sabe que ir allí es mi ilusión y ahora entiende que es allí donde podré tener toda la libertad del mundo, sin tenerme que preocupar que nadie me vea. Y me sentí orgulloso de que entendiera mis necesidades, aunque mi padre no le haga gracia que me vaya a vivir a Barcelona... que por supuesto él no sabe nada de lo mío. Pero eso es otro tema y será otra entrada...
Etiquetas: Bcn, comprensión, gay pride, mamá, orgullo
Espere, por favor
Vale, no tengo perdón de Dios, tengo el blog abandonadísimo; lo sé. Tengo un borrador de la increíble y dantesca noche de san juan, en cuanto ponga orden a mi vida la publicaré, con mucho retraso pero la publicaré. Tengo la cabeza perdida por muchos sitios, está volviendo mucha gente del pasado y no me gusta nada nada, tengo que ver como avanzan las cosas y además, para qué negarlo, actualizar esto me da una pereza tremenda pero el motivo principal es que he estado fuera de casa cada día, me pasé cinco noches volviendo a casa a la 1, entre una cosa y la otra y todas las tardes me sacan de casa, como hoy por ejemplo que he salido de la ducha tal y como dios me trajo al mundo y me han llamado histéricamente que necesitaba quedar desesperadmente...
Pues nada, pido disculpas a los 4 gatos que me leen (tres y medio mejor dicho) y que seguro que el lunes vuelvo con mis entradas, porque empezaré con la EOI así que antes de ir allí aprovecharé y actualizaré.
THE END
¡Por fin soy libre del todo, por fin! Este viernes fue el último día de clase, que apenas hicimos nada. Fue un día un poco extraño, no me acababa de creer que después de trece años juntos eso se acababa; pero yo irradiaba felicidad, tengo ganas de cambiar de aires. La gente estaba más simpática de lo normal, era un día en que todo era lo último. El último día juntos, el último abrazo, las últimas fotos el leitmotiv de ese día fue la frase "oh, es el último viernes juntos", "oh, es el último recreo juntos" y derivados, y con esa escusa empezaron las tonterías, el último pellizco, el último insulto, las últimas coñas... al final acabé en medio del patio del colegio, tirado en el suelo, con cinco compañeras que me estaban haciendo cosquillas y yo retorciéndome como si me fueran a matar, riendo histéricamente y con convulsiones, memorable. Han sido muchos años juntos, muchos años de risas y todo genial, otros que han sido auténticas mierda y otros que han pasado sin pena ni gloria, pero han sido muchos años juntos. Creo que de las pocas cosas que echaré de menos serán las charlas en grupos que nos improvisábamos cuando se iba el profe, media hora bien buena de palique sobre temas sin importancia. Y a mi profesora de inglés, que es la mejor del mundo, la echaré muchísimo de menos.
Y como no podía faltar, Duendecilla soltó su última frase mítica del curso. Estábamos hablando de comidas y sobre el pescado y es cuando salta ella "ah, pues yo no diferencio el boquerón y la anchoa, siempre me hago un lío" y es cuando nos quedamos todos "ehhhm... ¡es lo mismo!" Pero el mejor momento fue cuando estábamos todos en corralillo, hablando y nos quedamos en silencio y salta ella como quien acaba de acordarse de algo muy importante "Ay Himz, ¡que nos tienes que enseñar la churra! ¡Tantos años juntos y aún no te la hemos visto!" Y yo "Duendecilla? O__o va anda, tira" fue muy surrealista, muchas risas. El miércoles vamos a despedirnos oficialmente y a cantar una canción de despedida -no quiero ni un comentario sobre esto, es patético, lo sé- y el 29 vamos a por las notas.
Y bueno, anunciar que me han puesto en tercero A, en la EOI, muy eufórico estoy yo; aunque se presenta un verano largo, con fiestas y tal, sí; pero muy largo. Supongo que volveré a mi vida nocturna, que me pasaba hasta las 3 de la mañana despierto por casa, mirando películas, escuchando música y en internet, y con mis festines a las tantas de la noche y levantándome después a las dos del mediodía, eso sí es vida.
Etiquetas: EOI, fin, frases, trece, verano
Preso de tercer grado: régimen abierto
Estoy en algo que podríamos llamar semilibertad, como los presos de tercer grado; soy libre y no del todo. Los últimos exámenes me fueron mejor imposible, y eso me extraña, porque me pasé todos los días pensando "no quiero estudiar, no-quiero-no-quiero" y cuando me ponía a estudiar era eso de "joder, le odio", "joder debería olvidarme de él", "joder no puedo", en plan adolescente de serie americana con sus problemas de amor y esas cosas taaan divertidas. En teoría hemos acabado los exámenes y las clases ajetreadas y las montañas de apuntes y todo eso, y digo en teoría porque en la práctica todo esto se va a la mierda. Pero los que nos hemos pasado el curso estudiando, y digo estudiando por decir algo, y lo tenemos todo aprobado, en lugar de descansar o que nos den unos días anticipados de fiesta; nos quedamos en clase con los que les toca recuperar cincuentamil asignaturas: ellos haciendo refuerzo y nosotros trabajo de ampliación. ¿Pero qué mierda es esa de la ampliación? Es un eufemismo a lo que yo llamaría "te ponemos hasta el culo de trabajo aunque tengas el curso aprobado, eso por capullo y buen estudiante, que vienen a ser sinónimos" es desmoralizador, de verdad. Y más con estas calores, que podría freirme en mi propio sudor en las clases de mates, qué sofocos...
Hablando de estudios y eso, el viernes pasado fui a hacer un test de nivel en la EOI, para un intensivo de inglés a ver en qué grupo/nivel me toca. Realmente no sé como me he metido en este embolado, no lo sé; y no lo digo por eso de tener que estudiar/hacer algo en verano, lo digo por meterme en un sitio en el que no conozco a nadie y que todo el mundo me pasa un par de añitos. Cuando llegué al hall y vi tantísimos estudiantes, todos con sus grupitos super cool de la vida pensé "Ay Himz, donde te has metido...", pero debió pasar algo en mi circuito neuronal que me impidió salir de allí por patas y acabé entrando en la sala de actos para hacer la prueba. Allí entablé conversación con el típico chico que se le ve tímido, muy nervioso, poco agraciado y con gafas, sabéis de qué hablo, ¿no? Me debió ver tan perdido que dijo, a este se lo pregunto. Nada, hablamos sobre tonterías del examen y eso, aunque se le veía majo; a ver si coincido con él en clase. Yo soy una persona muy sociable, abierta y extrovertida; todo un relaciones públicas ambulante; pero si me ponen allí a más de sesenta adolescentes con aires de prepotencia y petardos, pues me entra la vena autista. A ver como me va..., me lo he tomado como un reto personal (?)
De momento, lo único que hago a parte de montones de trabajos de ampliación es tumbarme cada mediodía en la terraza semidesnudo a torrarme con el sol y lo demás que sea lo que Dios quiera.
Etiquetas: ampliación, examenes, libertad
